Los tres consejos de Orúnmila

OGUNDA LENIN.

LOS TRES CONSEJOS DE ORUNMILA:  

No dejes camino por vereda.
No se meta en lo que no le importa.
No parta por la primera con violencia.


HISTORIA:
Una vez se encontraban tres hombres que tenían que ir al mismo lugar,
los tres se pusieron de acuerdo para ir juntos, pero entre los tres
había uno que se había registrado con Orúnmila y le había aconsejado que
nunca dejara camino por vereda, que no se metiera en lo que no le
importara, y que nunca partiera por la primera con violencia si le
sucedía algo.
Este hombre, tenía un hijo a quien no veía desde que ese hijo era pequeño.
Los tres hombres empezaron a caminar y llegaron a un lugar en que el
camino se abría en varias veredas, entonces los dos hombres que iban con
él le dijeron a éste: Vamos por esta vereda que así llegaremos más
pronto porque es más cerca. Pero el hombre les dijo: Yo no sigo con
ustedes, pues seguiré por el mismo camino. Y los otros dos hombres lo
abandonaron y cogieron por la vereda, pero después de mucho caminar se
perdieron.
El hombre siguió su camino recto y llegó al lugar que deseaba sin
novedad, y como tenía hambre se sentó en una fonda a comer. Entonces vio
que en un rincón de la fonda había una mujer amarrada. Se fijó también
que la gente que estaba en la fonda protestaba de aquel abuso pero él no
dijo nada y siguió comiendo. El dueño de la fonda era el marido de aquella mujer que estaba amarrada y había hecho la promesa de que el día que alguien llegara a su fonda y no protestara de su conducta, entonces soltaría a su mujer, pero la gente que estaba en la fonda protestando no sabía que esa era la promesa del dueño de la fonda.
Entonces, cuando la gente que estaba en la fonda se le acercó al hombre
para que este se les uniera a la protesta, el hombre les dijo: Yo no tengo que inmiscuirme en ese asunto porque a mi no me importa.
Entonces, cuando el dueño de la fonda oyó estas palabras, soltó a su
mujer y felicitó al hombre.
El hombre siguió su camino en dirección a donde estaba su mujer, pero
cuando estaba llegando a su casa, vio a un cura besando a ésta, y
rabioso saco un arma para matar al cura y a su mujer, pero cuando se
acercó a la pareja, cual no sería su asombro al ver que aquel cura se
parecía mucho a él y que su mujer le decía loca de contenta: Abraza a tu
hijo, que hoy se ha recibido de cura y ha venido a verme.
Nota: Los tres consejos de Orúnmila son la base de este Odu.

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